Implica que los estudiantes logren fines comunes mediante la suma de esfuerzos y recursos, de manera proactiva. Se deben establecer objetivos y metas grupales. Permite optimizar la enseñanza, desarrolla la independencia y potencia el pensamiento crítico. 

Fomenta la relación entre el estudiante y otros agentes, así como con su entorno. Proporciona actividades motivadoras que impulsan a la persona para que se mantenga activa y profundice en el conocimiento. 

Convierte al estudiante en un agente de cambio, en lugar de ser un contenedor de información. Este tipo de aprendizaje requiere que los estudiantes hagan algo que les ayude a desarrollar sus habilidades, en lugar de un aprendizaje pasivo donde únicamente se les transmita la información. 

A partir del análisis de los datos derivados del progreso del propio alumno. Es el llamado learning analytics, el cual permite conocer qué contenidos han sido los más vistos, las tareas que se han realizado, la problemática a la que se han tenido que enfrentar los usuarios, qué aspectos del curso o de la plataforma son los que generar mayores dificultades… 

Las situaciones educativas pueden ocurrir en todo momento y en todos los lugares. Por lo tanto, el estudiante puede continuar con su educación durante toda la vida, adaptándolas a sus necesidades de espacio y tiempo.